Cuando los minutos son horas y los segundos un infierno te necesito a mi lado, no por codicia o egoísmo, por simple supervivencia.
Cuando las paredes se tiñan de rojo y no pueda controlar los temblores del llanto no digas nada, solo siéntate a mi lado.
Cuando me sienta volando y cante por las calles debes saber que tu eres parte de mi felicidad, disfruta si quieres.
Cuando el tiempo se detenga y el amor por ti me duela no me dejes dudar, aléjate pacíficamente y sorprenderme con una idea grandiosa.
Cuando la carga de la vida se te haga pesada la llevaré contigo sin decirte nada, a cambio alimenta mis esperanzas e ilusiones.
Cuando la espera se haga demasiado penosa déjame, sin llanto y sin rencores, yo te sabré recibir con una sonrisa a travez de mis lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario